24 de mayo de 2000. Lo recuerdo como su fuese ayer. Todavía en la casa de Acassuso, solo en mi cuarto y esperando que Elo me subiera la cena, sintonizaba mi radio para el evento deportivo de aquella noche (alguna cabeza brillante había decidido televisarlo por diferido). En la ida River había ganado 2-1, pero para la vuelta en La Bombonera, el gran Carlos Bianchi analizaba la posibilidad de incluir unos minutos a Martín Palermo, recién rehabilitado de una operación de rodilla. Gallego chicaneaba: "Si lo pone a Palermo yo lo pongo a Francescoli". Nunca en mi vida grite un gol tan fuerte.
Esa noche mis viejos habían ido a festejar su aniversario y hoy, por cábala, los mandé al teatro. Solo espero que aquella mujer amante del tereré, patriotismo de lado, nos deje en bandeja el paso a la semi.
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obvio q a mi no me molesta, pero kadorna esta en todo su derecho de borrarlo!